El monumento, cuestionado

El conocimiento público de los enterramientos de republicanos en las criptas puso al Valle de los Caídos en el centro del debate sobre la memoria de la guerra, y se han sucedido las controversias sobre el monumento, y las distintas propuestas de transformación. Es suficiente con poner el nombre del monumento en cualquier buscador de Internet para apreciar la gran repercusión que está teniendo la discusión sobre su origen, su naturaleza, su significado en el presente y su posible destino en el marco de una sociedad democrática.

En este amplio debate, en el que el movimiento social para la recuperación de la memoria histórica ha tenido un papel crucial, las posturas pueden oscilar desde el mantenimiento sin cambios del statu quo del monumento (para aquellos que lo consideran un monumento a la reconciliación nacional) a su demolición, o al menos a una mayor implicación institucional en la transformación del monumento en un marco de la identidad democrática de la España de hoy (para aquellos que lo consideran un lugar de exaltación del franquismo sobre el que hay que incidir).

Las iniciativas del movimiento social memorialista para visibilizar las contradicciones del monumento han sido múltiples en los últimos quince años, con un importante impacto mediático. Aparte de labor de la Asociación de Familiares Pro-Exhumación de los Republicanos del Valle en relación con la recuperación de restos enterrados en las criptas, caben destacar las frecuentes peticiones de resignificación por parte de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, o las manifestaciones que desde 2007 organiza el Foro Social de la Sierra –a las que posteriormente se suman la Federación Estatal de Foros por la Memoria y otras organizaciones— con motivo de las celebraciones residuales del 20 de noviembre en el monumento, solicitando verdad, justicia y reparación para las víctimas del franquismo en la entrada del mismo.

En este sentido, una vez que el Valle ha cobrado protagonismo en los debates públicos sobre cómo gestionar la memoria de la guerra, ha adquirido también una dimensión internacional como lugar de memoria, que despierta mucha curiosidad en el extranjero, y se han buscado semejanzas y diferencias con otros lugares de memoria compleja o disonante en el mundo.

Del mismo modo que importantes medios de comunicación como The New Yorker, la BBC o el New York Times –entre otros muchos— se han hecho eco de las controversias sobre el Valle, que también circulan profusamente por las redes sociales, numerosos especialistas en políticas de memoria y gestión pública de monumentos controvertidos han mostrado interés en el destino futuro del Valle.

Por ejemplo, el proyecto “acercamiento integrado a los patrimonios disonantes en Europa” del Ministerio de Vivienda y Desarrollo Urbano alemán ha elegido al Valle como uno de los diez monumentos europeos que forman parte de su estudio comparado. En su proyecto comparado “Contested Histories”, el consorcio europeo EUROCLIO, integrado por docentes interesados en hacer pedagogía del pasado en torno a memoriales en conflicto, tiene también al Valle en su repertorio de lugares de estudio y reflexión.