“El Valle de los Caídos: fascismo y escenografía de la memoria” (V. Sánchez-Biosca, en NO-DO: el tiempo y la memoria, ed. Por Rafael R. Tranche y Vicente Sánchez-Biosca, pp. 495-515, Madrid: Cátedra [2000])

El Valle de los Caídos: fascismo y escenografía de la memoria
El Valle de los Caídos fue sin ninguna duda la más genuina expresión del franquismo en el orden arquitectónico. Concebido por el mismo Franco en plena guerra civil, fue una creación ex nihilo del régimen, a diferencia de lo sucedido con el Alcázar de Toledo o El Escorial, y estuvo destinado a honrar la memoria de los mártires de la cruzada y dar gracias a Dios por la victoria. Expresión mayúscula, centralizada y apabullante de las numerosas, parciales y dispersas cruces de los caídos que proliferaron por la geografia nacional, los arcos de triunfo y otros monumentos realizados o inconclusos, este panteón constituye la construcción que más se asemeja a la arquitectura nazi por sus valores escenográficos y su colosalismo, si bien les añade un componente religioso que lo diferencia del nacionalsocialismo.